Belén es una palomita con mucha suerte que su rescatadora salvó de una muerte segura. Estaba mal herida con un ojo que hubo que quitar, desnutrida de no poder moverse al tener hilos en los dedos que la tenían exhausta y una fractura en el ala que no podía volar. Belén se recuperó en una clínica donde la pusieron en forma y ahora vive feliz y recuperada en el santuario con sus compañeras.