Godo es un palomita a la que su madrina encontró malherida en la calle, la recogió y la llevó al veterinario. Allí le dijeron que había recibido un perdigonazo y harían todo lo posible para salvarla. Desafortunadamente perdió una patita, pero ahora está fuerte y feliz con otras palomas en el santuario y nadie volverá a hacerle daño gracias a su rescatadora y madrina.