Luisa fue rescatada cuando por medio de otras protectoras y el seprona se procedió a incautar un montón de perros que vivían en una rehala donde estaban en pésimas condiciones y muchos de ellos ya fallecidos. Cuando empezaron a vaciar jaulas vieron a Luisa que se pensaron que era un perro muy raro y finalmente resulto ser una bella cerdita que no sabemos que pintaba allí. Como no tenian donde meterla se vino al santuario para disfrutar toda la vida.