Pepito es un palomito muy simpático al que sus rescatadores salvaron la vida, pues estaba maltrecho en mitad de la calle, cuidaron de él, y gracias a sus cuidados ahora está fuerte y puede vivir feliz en el santuario. En origen su nombre era Pepita, pero el día que le soltamos en el voladero se puso muy contento y no paraba de arrullar a las hembras, así que supimos que en realidad era Pepito.