Rodolfo es un palomo muy salado que tuvo la suerte de topar con su madrina, lo encontró en la calle, no podía volar y estaba muy débil. Ella lo recogió y se hizo cargo de él. Tras muchas visitas al vete y unas dosis inmensas de cariño y cuidados Rodolfo estuvo lo bastante fuerte, no para ser libre del todo, pero sí para vivir en el santuario con otras palomitas donde estará feliz y a salvo para siempre