Sacer y sus hermanos se quedaron huérfanos cuando tenían apenas dos meses de vida. Ellos vivían en el jardín de una casa, pero al ver que la mamá no volvía, los dueños se pusieron en contacto con nosotros porque temían por sus vidas. Seguramente, su mamá salió a buscar comida y le debió ocurrir algo porque no volvió nunca más. Ahora buscan una familia que les de el amor que necesitan.
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