Tuna es una mula muy guapa que vino de un pueblo donde vivía atada día y noche en una finca. No la cuidaban lo más mínimo, no tenia refugio y muchos días ni comía. El dueño la maltrataba a menudo y le llegó a quemar un ojo. Gracias a varias denuncias nos pudimos hacer cargo de ella y se vino al santuario. Ahora disfruta todos los días.